Fuente Bichos de Campo A pesar de que la mayoría de las bananas consumidas en Argentina son importadas, el país también produce variedades locales adaptadas a su clima subtropical con heladas. El INTA trabaja en la conservación y mejoramiento genético de estas variedades, asegurando su resistencia y calidad para el futuro. La banana se ha
Fuente Bichos de Campo
A pesar de que la mayoría de las bananas consumidas en Argentina son importadas, el país también produce variedades locales adaptadas a su clima subtropical con heladas. El INTA trabaja en la conservación y mejoramiento genético de estas variedades, asegurando su resistencia y calidad para el futuro.
La banana se ha consolidado como la fruta más consumida en Argentina, con un consumo per cápita de 12 kg por persona al año. Curiosamente, la mayoría de estas bananas no se producen en el país, sino que se importan anualmente por cifras que llegan a los 300 o 400 millones de dólares, principalmente desde Ecuador, Brasil, Bolivia y Paraguay.
Producción Local y Adaptación
Sin embargo, Argentina también produce bananas, especialmente en las provincias del norte con clima subtropical, como Formosa, Misiones, Salta y Jujuy. Según el investigador Gerardo Tenaglia del IPAF Región NEA del INTA, las bananas argentinas son únicas debido a su adaptación a las heladas ocasionales, lo que les otorga un gran valor agronómico.
Conservación y Mejoramiento Genético
Tenaglia trabaja en Laguna Naineck, Formosa, un importante polo productivo de bananas. Allí, ha creado una colección de variedades nativas que desde 2021 forma parte de la Red de Bancos de Germoplasma del INTA. Este banco conserva 51 variedades de banana listas para compartir material genético con programas de mejoramiento, y planea incorporar 40 accesiones adicionales del NEA y NOA este año.
Importancia del Germoplasma
Los bancos de germoplasma son cruciales para preservar la variabilidad genética de las especies vegetales, especialmente en cultivos como la banana, que no pueden reproducirse mediante semillas. “La banana, al no tener semillas, no puede reproducirse mediante la generación de nuevas recombinaciones. La variabilidad que existe aparece con mutaciones espontáneas”, explicó Tenaglia.
Producción y Adaptación Local
En Argentina, se cultivan entre 8.500 y 9.000 hectáreas de bananas, principalmente en Formosa, Misiones, Salta y Jujuy. Las variedades locales, desarrolladas a partir de las importadas en los años 50 y 60, se han adaptado al clima subtropical con heladas ocasionales, lo que las hace más resistentes.
Mejoramiento Genético
El INTA trabaja en mejorar la resistencia a enfermedades y reducir la altura de las plantas para facilitar el manejo por parte de pequeños productores. Aunque las bananas argentinas no alcanzan el tamaño de las importadas, destacan por su excelente sabor. “Nuestro material es 100% diferente al resto de los bancos de germoplasma. Entonces, ¿quién te dice que no esté acá lo que haga falta para el futuro?”, destacó Tenaglia.
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